La motivación tiene un gran impacto en el rendimiento académico de los estudiantes – en todos los grados – y además de afectar el bienestar general de ellos. Con estudiantes desmotivados, es importante comprenderlos y apoyarlos con las medidas adecuadas.
Antes de sumergirse en las compensaciones para mejorar la motivación, es importante tener en cuenta que la motivación puede verse muy afectada por problemas de aprendizaje y es un síntoma de muchos trastornos de salud mental diferentes. Cuando un estudiante siente poca motivación, es importante mirar el panorama general, para descartar problemas como el autismo, el trastorno por déficit de atención, la depresión o varias dificultades de aprendizaje. A ejemplo de estas, los estudiantes pueden tener dificultades con la lectura, la escritura o las matemáticas, y también pueden tener problemas con las interacciones sociales, la comunicación y la autorregulación. Estas dificultades pueden tener un gran impacto en la motivación, el rendimiento académico y el bienestar general del estudienate. Es importante trabajar con la escuela y/o apoyo externo, como un pediatra, terapeuta o entrenador educativo para ayudar a los estudiantes con discapacidades a tener éxito en la escuela.
Cuando se descartan las dificultades de aprendizaje y los problemas de salud mental, la falta de motivación en la escuela puede ser un problema más aislado, que se refiere a la falta de interés o compromiso del estudiante con su trabajo académico. Esto puede deberse a una variedad de factores, como aburrimiento, falta de relevancia o falta de apoyo. Los estudiantes que no están motivados en la escuela pueden tener dificultades para completar su trabajo, prestar atención en clase y es posible que no desarrollen su máximo potencial.
Para los padres y educadores, es esencial comprender las necesidades específicas de cada estudiante para ofrecer el apoyo y las intervenciones adecuadas. Los estudiantes con dificultades de aprendizaje pueden necesitar adaptaciones especializadas, como tiempo adicional en los exámenes o tecnología de asistencia, mientras que aquellos que carecen de motivación pueden beneficiarse de estrategias como proporcionar un aprendizaje más práctico, interactivo o basado en proyectos, o aumentar el sentido de responsabilidad del estudiante y autonomía en su propia educación.
También es fundamental involucrar al estudiante en el proceso de identificación y abordaje de sus dificultades. Esto puede ayudar al estudiante a comprender sus propias necesidades de aprendizaje y ayudarlo a desarrollar habilidades de autoconciencia y autodefensa.
Los padres y los educadores deben trabajar juntos para crear un ambiente de aprendizaje positivo e inclusivo que promueva el compromiso y la motivación. Esto puede envolver la promoción de relaciones positivas entre el estudiante y sus maestros, así como fomentar el trabajo en equipo y la colaboración entre compañeros de clase. Para los estudiantes de secundaria y universitarios, ¡abogue por usted mismo y déjeles saber a sus maestros o profesores lo que necesita!
Navegar por las complejidades de la motivación en la escuela puede ser una tarea desafiante, pero con el apoyo y las intervenciones adecuadas, los estudiantes pueden tener éxito y alcanzar su máximo potencial. Es esencial que los padres y educadores entiendan las necesidades específicas de cada estudiante y trabajen juntos para crear un ambiente de aprendizaje positivo e inclusivo que promueva el compromiso y la motivación de todos los estudiantes.
Lisa Aguilar is a specialist in school psychology and an education consultant at Action Consulting and Therapy in Geneva, IL.